La Esquina

miércoles, 8 de abril de 2015

Mi cirugía bariátrica - manga gástrica

Dormí un poco y desperté a las 5 am. Estaba nervioso. Entró una enfermera que me pesó. 131 kilos. Había bajado 3 kilos con la dieta líquida impuesta para la preparación. Antes de operarme esto ya tenía efecto. Me sentí bien. Llegaron las 6 am y me vendaron las piernas. Me pusieron una bata y un sombrerito quirúrgico y ahora sí empezaron los miedos. Me despedí de mi mamá en el cuarto y le dije que ya regresaba. Me llevaron al segundo piso y me empezó a saludar todo el mundo. Una enfermera me puso la vía en la mano izquierda y era tanto el miedo que no sentí nada. Llegó mi doctor y lo primero que me dijo fue "Tranquilo ya estoy aquí". Sentí que el me iba a operar era Iron-Man o algo así por la confianza con lo que lo dijo. El anestesista me dijo que este tranquilo y que respire por esa mascarilla que me estaba poniendo. Y lo hice y no recuerdo nada más.
Despierto, casi en otro mundo, un cuarto de otro color, con la luz blanca que molestaba y con demasiada sed y le pido porfavor que me de agua y me dicen que no podía tomar agua. Y ahí me vuelvo a quedar dormido.

La cirugía fue de 7 am a 8.45 am.
Lo más difícil había pasado y yo no me había dado cuenta.


Preparación para la cirugía

Voy ansioso donde el cirujano con todos los resultados.
Para nosotros (mamá y yo) no había nada extraño.

El doctor revisa los papeles uno por uno y me dice que mi hígado "pedía chepi" (una frase que usan los niños para pedir una pausa en un juego). Me dice que la video-endoscopía había salido mal. Tenía gastritis crónica, y la posibilidad de la Helicobacter Pylori hacía que esto se tome con mucho cuidado debido a lo peligrosa que podía ser si me operaba. Había que hacer un tratamiento para la H. Pylori. Me dijo que una vez que salga la biopsia empezabamos, pero era perder bastante tiempo y decidimos tratarme como si la tuviera. Me recetó varias pastillas y jarabes que no podía dejar de tomar en su tiempo para poder cumplir bien. Y eso hice. 10 días de tratamiento. Incluso viajé. Me fuí a Cartagena de Indias en Colombia con toda mi medicina y conocí el paraíso y esto me ayudó un poco a superar la depresión debido a que no todo había salido según lo planeado.

Pasaron los 7 días y fui donde el doctor nuevamente. Me programó la fecha. 01 de Abril de 2015. Me dijo que haga dieta líquida en preparación. Calditos, aguitas, me comí unos helados, seguí con el tratamiento para la H. Pylori y todo bien. El día 31 de Marzo en la tarde tome un litro de agua con un purgante que me había recetado. La cirugía era el 01 a las 6 am. Durante toda la noche del 31 fui al baño, y eso decía que había funcionado el purgante.

Dos meses antes de la operación

Decidido en cambiar mi vida dejo el trabajo que me mantenía fuera de casa, me mudo con mi madre y empiezo a trabajar en una empresa familiar. Una vez por semana iba donde mi nutricionista, la mejor. Empiezo una dieta proteínica hipocalórica para bajar de peso previamente a la cirugía.

Bajo de peso muy bien las dos primeras semanas.
Bajo de peso bien la siguiente, y empiezo a estancarme.

En 1 mes logré bajar la impresionante suma de 8 kilos.

Me fue bien, la gente empieza a darse cuenta que mi monumental barriga empieza a reducirse.

A finales de Marzo de 2015 había logrado bajar 11 kilos. Pesaba 134 kilos.
Viajo de nuevo a Lima para citarme con el doctor.
Me dice: "Nosotros no tenemos la culpa de ser gorditos". El doctor era súper flaco y eso me pareció más una forma de vender. Me mandó a hacerme unos exámenes. Varios. Caros. Para esto yo siempre he sufrido de fobias a las agujas, he tenido pesadillas con ellas y simplemente dejarme sacar sangre ya era un gran paso en esta batalla.

Me hicieron una video-endoscopía. Me acompaño una señorita que ha trabajado toda la vida con mi familia y que ha sido como mi niñera y un amigo de muchos años. Mi madre me dijo que tenía que decirle a alguien que me la haría así que cumplí con decirles a ellos. Me sedaron y cuando desperté estaba todo listo. Estaba muy mareado y en verdad no tenía ni idea que había pasado. "Te he metido una cámara en un tubo por la boca y te he visto el estómago". Cuando vi el tubo que había entrado me empezó a doler la garganta. El doctor encargado me entregó un frasco y me dijo que vaya a hacerle una biopsia porque podía tener Helicobacter Pylori.

No entendí nada pero lo hice. El día jueves tenía mi otra cita con el cirujano para darle mis resultados,

Presentación

Hola mi nombre es Rodrigo. Tengo 22 años, soy de Perú. Soy un profesional y un guerrero.

Toda mi vida he vivido bajo las constantes llamadas de atención de mi madre por comer menos y hacer dietas. Las he hecho y siempre me he mantenido "gordito" mas no obeso. Hay dos momentos de mi vida que marcaron un cambio. Dos viajes a Estados Unidos que sin control de mi madre me terminaron por malograr en mi alimentación (había un buffet de Pizzas). Exactamente no se cuanto habré subido en esos viajes de chico. Además empecé a vivir solo ya que viaje para poder estudiar en la universidad en la capital. Ahí empezó mi via-crucis con sabor a panes con pollo, gaseosas y antojos. Subí de peso sin control.

En Octubre del 2014, mi primo vino a la casa. El era el más gordo de la familia, y venía preocupado por su peso. Y de pronto se había operado. Lo fui a visitar y recuerdo que me dijo "el siguiente eres tú". Me puse nervioso y lo resolví como lo solía hacer, me comí una empanada de carne para pasar el rato.

Llegó Enero 2015 y me daban un puesto en el trabajo en el que tenía que viajar. En mis travesías llegué a Cajamarca a más de 3000 metros sobre el nivel del mar. Caminar era un reto, respirar era difícil, vivir no era lo mismo. Cuando regresé a Chiclayo (mi ciudad natal, en la Costa peruana) me di cuenta que no estaba bien y que tenía que resolverlo. Tengo 22 años, no podía vivir así. Mis amigos juegan fútbol y yo no puedo porque me agito y siento que no puedo respirar. Se visten bien y yo tengo que mandar a pedir mi ropa a Estados Unidos porque allá si hay ropa de mi talla. Tengo que mandar a hacer las camisas porque no me quedan de tienda y a veces me pongo cosas que no me gustan porque no hay nada más.

Mi primo había bajado ya casi como 30 kilos y se veía muy bien. Me tocaba a mi.
En Febrero 2015 en los primeros días llegué a mi máximo peso de mi vida. 22 años, 1.74 cm y pesando 145 kilos.

Tomo la decisión. Mi mamá se emociona y recuerdo que me dice "Tenemos que regresar a México y agradecer a la Virgen de Guadalupe porque me ha cumplido lo que le pedí, que te preocupes por tu salud".